martes, 14 de mayo de 2013

Angustia

Si le pudiera poner un sentimiento a este año, sería angustia, sin dudas.

Las angustias de enero: Ya va a ser el móndrigo examen, me van a correr, como le voy a hacer para huir de fulano de tal.
Febrero: soy nini otra vez, tengo que estudiar, cancelaron el examen, ÉL fulano de tal (al que si mi quiero encontrar) le habla a Fulanita y a mi no, no alcancé lugar para la carrera...
Marzo: Me fue fatal en el examen, no salen los resultados, renuncié para nada...
Abril: Los otros tres exámenes, el examen de inglés, ah no publican lo que tienen que publicar, me TENGO que dominar ante ÉL fulano de tal...

Y ahora es mayo...y a la distancia veo que todo se ha solucionado, más o menos bien y al parecer ya no tengo nada de qué angustiarme, ¿en serio?, claro que no. Soy buenísima para encontrar pretextos para angustiarme. En este mayo hay angustias que pensé que nunca iban a ser mías como que mi mamá diga que cree que ya me voy a casar (sólo que me diga con quién porque DON Fulano de Tal está como a tres años luz de distancia). 

También hay angustias que yo me invento como el microinfarto que sufrí hoy al pensar que no había pasado mi examen de inglés o como la que estoy sintiendo ahora por no poder ni leer. Así es, el año pasado leí muchos libros y ahora no puedo: las palabras de los libros se mezclan con las que yo hubiera querido escribir y termino con un revoltijo en mi cabeza cuyo mensaje final es "nunca voy a poder escribir nada que valga la pena leer". Mi creatividad la siento en ceros, de vez en cuando surge para mandar tweets, pero nada más... por eso decido desquitarme aquí. Quiero compartir esta imagen con ustedes, es un tesoro de mi corazón porque la encontré por casualidad en internet y es la misma que estaba en el libro de piano de mi abuelita, no se qué tenga que ver con la angustia, pero bueno

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