lunes, 8 de agosto de 2011

Red Velvet cake

Hola lectores! ¿Me extrañaron? Quedamos en que no iba a escribir hasta que tuviera algo interesante que decir. Así que hoy les escribiré dos posts de temas totalmente distintos. El primer post es una receta que hice con mi hermana y ¡¡¡nos quedó deliciosa!!!

Creo que el pastel Red Velvet o Tercipelo Rojo no es muy famoso en México, o bueno, por lo menos no lo era hasta hace poco tiempo en el que este país cayó en la moda de los cupcakes. En cualquier lugar de cupcakes, se ofrece el famoso "Red Velvet". La primera vez que supe de su existencia fue hace un año cuando viajé a Estados Unidos y en un súper vi que había una mezcla para este pastel. Me llamó la atención la foto de un pastel rojo cubierto con betún blanco.

Después regresé a México y (para no aburrirme en los días de NINI) empecé a buscar recetas que cocinar y empecé este blog para compartir mis recetas con las personas. Busqué muchas recetas y me topé con el Terciopelo Rojo, pero no me atreví a hacerlo, probé el pastel en mi cafetería de cupcakes favorita y hasta hoy me atreví a hacerlo yo misma. 

Hoy mi hermana me animó a que cocináramos y después de mucho pensar decidimos hacer Red Velvet y usamos como base esta receta. Seguimos casi paso a paso las instrucciones aunque tuvimos que adaptar algunas cosas, sobretodo lo referente a un ingrediente que, de hecho, era el que me impedía hacer esta receta. Si han buscado recetas en inglés para hacer cupcakes o pasteles encontrarán casi siempre que llevan "buttermilk." ¿Qué demonios es el buttermilk? Es un subproducto de la leche que se obtiene como residuo en la fabricación de la mantequilla. ¿En dónde se consigue en México DF? En ningún lado, o por lo menos yo no lo he conseguido en los supers, ni en las tiendas de productos importados ni en los supers gourmet. 

Investigué mucho y encontré que se puede sustituir el buttermilk al agregar una cucharada de vinagre a una taza de leche para conseguir una taza de algo similar al buttermilk. La verdad es que ese tip no me convencía, pero lo hice y les JURO que funciona. 

Otra consideración es que no usamos la batidora eléctrica para nada, ni para el betún, y les confieso que mezclamos el frosting con nuestras (muy limpias) manos ya que era muy difícil incorporar el queso crema y la mantequilla con mi batidora (si ustedes tienen la fabulosa Kitchen Aid no creo que tengan problema). Con la receta original, sale una cantidad enorme de betún yo creo que si se hace sólo la mitad de la mezcla no habría ningún problema: el pastel quedaría igual de rico y se desperdiciaría menos. 

Con la receta que usamos queda un pastel delicioso, húmedo y esponjoso. Es fácil de hacer y lo mejor es que es desde cero sin químicos raros ni cajitas, puros ingredientes caseros. Les ruego que intenten la receta y me cuenten cómo les fue :) 


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