El título del post se debe a lo que me pasó ayer. Como el fin de semana pasado estuvo muy pesado, no pudimos festejar a mi papá por su cumpleaños, por eso pospusimos el festejo y ayer fuimos a un restaurante italiano a comer. Antes cuando íbamos a ese lugar me atascaba de pan, me comía una lasagna y a veces, me comía lo que dejaba mi hermana. También comía postre capuccino y refresco. Ayer la cosa fue diferente, comí unos cuantos calamares, un poco de carpaccio de salmón y una trucha. El error fue no haberlo dejado ahí, pedí postre y un capucchino. Muy mal hecho, mi cuerpo me lo reclamó en la noche...
Antes podía comer de más y no pasaba nada, me atascaba de comida y no pasaba gran cosa (bueno, lo almacenaba en grasa), pero ahora no puedo. Por un lado, me da gusto que mi cuerpo se haya reeducado y me dé lecciones como esta "te dije que no quería mas", pero por otro me siento mal por no escuchar esa voz que dice "ya me llené", "ya no tengo hambre" y "no necesito más."
Espero haber aprendido la lección, hoy que me siento débil, cansada y deshidratada. Obviamente no me atreví a salir a correr, estoy muy cansada por la nochecita que pasé.
Menú
Desayuno
Piña
1 rebanada de pan con pechuga de pavo
1 pedacito de pan dulce
Té
Lunch
Yogurt
Comida
Consomé de pollo
Pollo
Cena
Atún
Muucha agua para reponer electrolitos y siesta!
Gracias por leer este poco agradable post
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