martes, 7 de diciembre de 2010

One decade

Hace 10 años iba en primero de secundaria, me acuerdo que ese año escolar lo disfruté mucho, seguro era una adolescente insoportable, pero me la pasé muy bien. En ese tiempo empecé a tener muchas "libertades" que no tenía, cosas absurdas, pero que en esa época significaban mucho: ir al cine sola, ver películas clasificación B, dormirme a la hora que quería, escoger mi ropa; un individuo estaba naciendo.
Hasta antes de la adolescencia, en muchos sentidos, los niños hacen lo que sus papás les dicen: comen, ven, piensan, visten y hablan como sus papás o como sus papás les dicen. Al empezar la adolescencia, los jóvenes se encuentran frente a una serie de cambios físicos y cognitivos que les permiten entenderse como individuos, esto, en muchas ocasiones es el origen de la rebeldía del adolescente, por medio de ella el joven explora sus diferentes identidades. 
En este contexto, les puedo decir que a los trece tuve mis momentos de rebeldía. No se asusten, mi rebeldía no tuvo que ver para nada con alcohol, sexo, drogas y piercings; mi rebeldía fue contra mi mamá. Mi mamá me había enseñado a ser una niña muy femenina: vestidos color rosa, aretes y peinados, pero a los trece decidí dejar eso lo que significó usar tenis todo el tiempo, peinarme sólo con colita de caballo, usar solo jeans y t -shirts. Hacer ésto me daba mucha seguridad y al mismo tiempo me ayudaba a encontrar a Mariana como persona y no como la copia de mi mamá.
Ahora que soy psicóloga, me doy cuenta que además de la rebeldía adolescente, estos cambios tuvieron que ver con el ahora famoso bullying que sufrí en primaria. Las niñas "cool" se burlaban de mi por usar zapatos en lugar de tenis, usar ropa de moda, cosas rosas, por platicar con los niños y por pintarme las uñas. Todo esto se acabó cuando cumplí 13 y cambié.
10 años
13 años



















Como cualquier adolescente empecé a "perzonalizar" mi cuarto. En ese tiempo, mi hermana y yo dejamos de compartir cuarto. Cambié mi cama al estudio, pero entonces el estudio era café, con una alfombra ocre, estaba lleno de los libros de mis papás, estaban ahí las computadoras, no tenía clóset ni cortinas. Yo quería apropiarme de ese espacio así que hice un collage que pegué en la pared y después en el clóset cuando ya hubo. El collage consistía en hojas cuadriculadas coloreadas con plumón, recortes de revistas, estampitas Sandylion, postales, boletos del cine y dibujos. Durante secundaria y prepa pegaba ahí ese tipo de cositas. 
El collage permaneció en mi cuarto 10 años hasta el 4 de diciembre de 2010, más o menos 10 años después de su colocación. El sábado decidí que ya estoy grande para tener esas cosas de mi cuarto. Ya se quien soy y no necesito un recordatorio visual de lo que fui, porque ya no soy esa persona, soy completamente diferente a la niña de 13 y me alegra que sea así. 

Menú

Desayuno
Fruta
Cereal

Lunch
Yogurt

Comida
Crema de espinaca
Tinga de pollo
Calabacitas con elote

Cena 
Ensalada de frutas con queso cottage y una cucharada de miel
1 rebanada de pan de caja

Ejercicio de hoy: Correr 8 km 


      

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