Mi abuela materna y yo nos parecemos mucho en muchas cosas, o bueno mas bien dicho nos parecíamos porque se murió hace seis años. Una de las cosas en las que coincidíamos era en nuestro amor por el sol y nuestro odio por las nubes y la lluvia.
Odio la lluvia, odio la lluvia...la odio, la odio, la odio. Odio mojarme los zapatos y la orillita de abajo del pantalón, los bichos se alocan, en especial esos despreciables escarabajos llamados "mayates", todo se pudre, el pelo se me esponja, el tráfico se recrudece y sobretodas las cosas, los días así me deprimen, mucho; me remiten a toneladas de momentos que no quiero recordar, por eso, si por mí fuera viviría en Saltillo, Zacatecas, Phoenix, Las Vegas, Atacama o cualquier lugar que no haya sido un lago.
Me dan tanta envidia las personas que viven en lugares normales en donde el verano es caluroso y seco y pueden disfrutar felizmente de sus vacaciones bronceándose.
En fin, este es sólo el inicio de una laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga temporada de lluvias, en octubre hablamos.
Desayuno
Papaya
Huevos con chorizo (culpa de mi papá)
1/2 Brownie (culpa de Galia)
Lunch
Yogurt con frambuesas
Comida
Consomé con limón
Tinga de pollo
Ensalada de lechuga, jitomate y aguacate
Cena
Cereal con plátano
Medio muffin con arándano.
Mañana me espera un laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargo día: es la graduación de mi hermana!!!
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