Al igual que el día anterior, el tercer día desayuné en el buffet de hotel. Después me dirigí hacia Uxmal. El camino hacia Uxmal no es muy largo y vale la pena ir allá. Es un complejo de impresionantes ruinas mayas que pueden disfrutarse en cuatro horas. El lugar está en medio de la selva, así que fue muy apropiado ir en invierno porque hace mucho calor, no me imagino en verano. Es agradable ver cómo el lugar está muy bien cuidado y lleno de vida hay muchísimas iguanas y pájaros de colores muy bonitos.
No se mucho de arquitectura y menos de la maya, pero puedo decir que las pirámides de Uxmal son hermosas y desde la cima de algunas de ellas se aprecian vistas preciosas; no es posible subir a todas las pirámides por motivos de conservación.
De regreso en Mérida comí en un lugar muy chic unos camarones rellenos de caracol y me tomé un agua de lima. Para el postre fui a una sorebtería en el Paseo Montejo y me tomé un sorbete de fresa :) Ahí sentada envidié a los yucatecos, pero sobretodo a los habitantes de Mérida por vivir en una ciudad tan bonita (claro, en invierno, porque en verano el calor es durísimo). Caminé por ahí y encontré un hotel que muero por visitar...Rosas and Xocolate, espero poderme quedar ahí algún día.
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