El día cuatro tampoco hubo que preocuparse por buscar lugar para desayunar porque en el buffet del hotel había de todo y todo estaba buenísimo, no había que salir para nada. Ese día fui al Museo de Antropología en donde vi muchas piezas de la cultura maya. Había cosas muy interesantes como las incrustaciones de piedras en los dientes, joyas muy bonitas y figuras de piedra de diferentes dioses.
En ese museo también había una exposición de fotografías del porfiriato y la revolución mexicana. No todas las fotos fueron memorables, pero unas cuantas eran muy gráficas e ilustrativas de lo sucedido. Después fui al mercado, en el mercado no hubo mucho que ver, además por estar cerca Navidad, había mucha gente. Lo bueno fue que me compré unos tenis por 150 pesos :)
Después fui a Puerto Progreso. Por lo que vi, creo que Progreso era un puerto comercial muy importante sin ningún atractivo turístico, pero ahora parece ser que está llegando mucha gente a vacacionar y pasar algunos días. Hay mucha gente de Mérida y de otros países y el puerto está en remodelación, así que parece ser que en algunos años será un lugar muy bonito e importante. Ahí comí un pescado empanizado, una piña colada y una marquesa (un postre yucateco que se parece a las crepas).
Después regresé a Mérida para comprar los regalos de Navidad para el día siguiente.
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